Carlos Contera
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Durante estos ultimos años de abandono nadie pidió la dimisión de Carrillo, ni desde el oscuro colectivo docente, ni desde los ambitos de la politica. El autor se ha quedado corto: quiero recordar el insultante sacrificio del perro de la enfermera afectada de ébola en el hospital de Veterinaria, dictado por Carrillo. Muchos desmanes. C.C.
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